Las úlceras venosas de la pierna generalmente se desarrollan en la parte interna de la pierna, aunque a veces también en la parte externa de la misma, justo por encima del tobillo.
Los síntomas de una úlcera venosa de la pierna incluyen
en la pierna afectada. También puede haber piel descolorida o endurecida alrededor de la úlcera, y la llaga puede producir una secreción de olor desagradable.
La enfermedad venosa es la causa principal de más de dos tercios de todas las úlceras de la pierna. Otros tipos comunes de úlceras de las piernas incluyen:
La mayoría de las úlceras causadas por enfermedades arteriales o diabetes ocurren en el pie en lugar de la pierna.
Las úlceras venosas de la pierna son uno de los resultados más graves de la progresión de la enfermedad venosa crónica, y a menudo son crónicas y difíciles de curar. De hecho, la tasa de recurrencia de las úlceras venosas de la pierna es de más del 70%.
Consulte a su médico si cree que tiene una úlcera de la pierna, ya que necesitará un tratamiento profesional para ayudar a que sane. Su médico también puede ayudarle a determinar el tipo de úlcera que tiene y la mejor opción de tratamiento.
Las úlceras venosas de la pierna son el resultado de la progresión de una enfermedad venosa, especialmente la insuficiencia venosa crónica (IVC).
La insuficiencia venosa crónica es un padecimiento que ocurre cuando las paredes y/o válvulas venosas de las venas de las piernas están dañadas o no funcionan eficazmente.
Las válvulas deben asegurar que la sangre fluya hacia arriba de la pierna, no hacia abajo. Si no se cierran correctamente, la sangre se estanca en las venas, lo que produce una presión muy alta en las venas cuando está en posición vertical.
Esta alta presión constante puede dañar gradualmente los diminutos vasos sanguíneos en la piel, lo que puede provocar una fuga de sangre en el tejido. Con el tiempo, esto conduce a la inflamación local del tejido.
Se puede desarrollar una úlcera venosa de la pierna después de una lesión menor si hay un problema con la circulación de la sangre en las venas de la pierna y se ha comenzado a desarrollar una inflamación local del tejido. Como resultado, la piel puede romperse fácilmente y formar una úlcera después de un golpe o un raspón.
A menos que reciba tratamiento para mejorar la circulación en sus piernas, es posible que la úlcera no sane.
Para todos los pacientes con úlceras, se recomienda analizar detalladamente la historia clínica:
Su profesional de la salud le examinará la pierna, tanto cuando esté de pie como cuando esté recostado.
También le tomarán el pulso en los tobillos para asegurarse de que las arterias de la pierna estén funcionando correctamente. Para descartar una enfermedad arterial periférica (un padecimiento que afecta a las arterias) como una posible causa de sus síntomas, el profesional de la salud le hará un examen que se conoce como estudio Doppler.
Es posible que le hagan otros exámenes para valorar el flujo sanguíneo en sus venas.
Si le han diagnosticado una úlcera venosa de la pierna, lo más probable es que ya esté trabajando estrechamente en el manejo de la herida con una clínica especializada en heridas o con su médico y un ajustador certificado.
El tratamiento primario de una úlcera venosa de la pierna incluye controlar cualquier infección y curar la herida. Esto puede llevar varios meses, en función del tamaño de la herida. También es importante manejar el dolor y minimizar el edema, así como proteger la piel sana.
La compresión ayuda a mejorar la circulación en las venas de las piernas y a tratar la hinchazón. Desempeña un papel importante en la curación y el cuidado posterior de la herida.
Tradicionalmente, se utilizan vendas de compresión de estiramiento corto en la fase inicial de tratamiento de las úlceras grandes hasta que se hayan curado casi por completo, o bien, al paciente se le puede ajustar una media de compresión graduada hasta la rodilla a 30-40 mmHg o más.
También están disponibles los sistemas de medias de compresión. Estos consisten en una media de compresión normal y una media interior patentada de baja compresión. Estos sistemas ofrecen muchos beneficios que van más allá de los que ofrecen las vendas:
Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las úlceras venosas de la pierna sanan en un lapso de 3 a 4 meses.
Una vez que su herida haya sanado, deberá seguir usando sus medias de compresión de por vida para prevenir el desarrollo de otra úlcera.