Tratamientos alternativos para los trastornos venosos
Además de la compresión graduada no invasiva, también hay métodos invasivos para el tratamiento de trastornos venosos.
Escleroterapia
La escleroterapia es el estándar de oro utilizado para el tratamiento de arañas vasculares y venas varicosas. La escleroterapia es un procedimiento guiado por ultrasonido que consiste en canular la vena e inyectar un esclerosante como líquido o espuma (por ejemplo, tetradecil sulfato de sodio) o un adhesivo (por ejemplo, adhesivo de cianoacrilato). El esclerosante conduce a la oclusión de la pared de la vena, lo que hace que la sangre se transporte a otras venas más sanas. La vena colapsada debe reabsorberse en el tejido local y desaparecer con el tiempo.
Este procedimiento ambulatorio y corto no requiere anestesia y los pacientes pueden caminar poco tiempo después. El movimiento de la pierna después del procedimiento es importante para prevenir la formación de coágulos. Además, a los pacientes se les suele recomendar usar medias o vendas de compresión durante un tiempo determinado. Dependiendo del tamaño y la ubicación de las venas, se pueden requerir varios tratamientos de escleroterapia.
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Flebectomia
La flebectomía es un procedimiento ambulatorio mínimamente invasivo que se utiliza para extirpar las venas varicosas superficiales bajo anestesia local. En primer lugar, se realizan varios pequeñas punciones o incisiones en la piel, cerca de la vena varicosa correspondiente, con un bisturí o una aguja. Luego, se inserta un gancho de flebectomía para extirpar la vena varicosa a través de la pequeña incisión.
La duración de este procedimiento es relativamente corta, entre 30 minutos y una hora. Los pacientes pueden realizar actividades diarias poco después de la flebectomía, pero se les aconseja abstenerse de hacer ejercicio aeróbico y usar prendas de compresión durante al menos dos semanas.
Ablación endotérmica por láser o radiofrecuencia
La ablación endotérmica por láser y radiofrecuencia son técnicas endovasculares que usan una fuente de energía (láser u ondas de radio) para generar energía térmica con el fin de dañar y contraer la pared venosa, cerrando así la respectiva vena varicosa.
El suministro de sangre se redirige a venas más sanas y la vena sellada finalmente es reabsorbida por el tejido local. Ambos métodos son menos invasivos que la cirugía convencional y toman aproximadamente entre 30 minutos y una hora. Los pacientes pueden caminar poco después del tratamiento, con dolor reducido, recuperación más rápida y resultados cosméticos similares en comparación con la cirugía convencional de várices.
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Extracción de venas
La extracción de venas es un procedimiento quirúrgico realizado bajo anestesia general o anestesia local para extirpar una vena profunda de reflujo. Primero, se hacen incisiones muy pequeñas (generalmente en la ingle y el muslo medial), luego se inserta un cable plástico delgado y flexible en la vena a través de la incisión superior y se guía a través de la vena hacia la otra incisión más abajo de la pierna. La vena se une al cable y luego se extrae o se "saca" fuera del cuerpo.
Finalmente, se cosen las incisiones y se aplican vendajes de presión. En algunos casos, se requiere hospitalización durante la noche. Las prendas o los vendajes de compresión se recomiendan durante cierto tiempo después del procedimiento. La fase de recuperación generalmente tarda de dos a cuatro semanas, durante las cuales se recomienda a los pacientes que eviten el ejercicio físico intenso.
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